Page 90 - LibroDigital Reconocimiento - Florencio 2017
P. 90
Inmaculada Sánchez Casado
y las inherentes dificultades humanas. Tal vez, esa osadía, constituya otra oportunidad de
desarrollo, si lo analizamos más extensamente, esto es, de su continúo avance. La vida perfila
luces y sombras, aciertos y desencuentros, pero lo más destacable en Florencio es que
sigue siempre adelante, sin mirar atrás, viendo posibilidades, ilusionándose con cada una, y
luchando por construirlas. Sin desánimo, sin abandono, sin desaliento.
Hablar, pues, de su trayectoria personal o socio-profesional, resulta a la vez y
contradictoriamente, fácil porque podemos encontrar numerosos tópicos, momentos,
productos, vivencias, sentires, ... que pueden sacarse a colación; mas, difícil, porque es tal
cantidad, tal cúmulo de sentimientos solapados, conectados, encontrados, ... que resulta
complicado conceptualizarlos y organizarlos sin caer y perdernos en la amplitud y profundidad
de esa pretendida foto extra-panorámica.
Y siguiendo este argumentario, hablar en esa dirección de INFAD, es pensar en él, en la
red, en los congresos, en los postcongresos, en las actas, en los posters, en las clausuras,...
en definitiva en casi un experiencia mistérica, porque todo guarda un particular ritual, de
encuentro de cátedras, grupos de investigación, entidades..., pero también de inicio, de
desarrollo y de trascendencia, en parte vinculado a los lugares elegidos, en parte propiciado
por los equipos de personas que lo desarrollan y por los nodos que movilizan instituciones y
restos de entidades para que converjan sin excepción. Y voilá, aparece la magia!!
Un espolvorear “semillas estrelladas” que hace resucitar cada año un nuevo programa, si no
antes, el don de la ubicuidad pues genera como de universos paralelos: congresos, cursos,
talleres o jornadas anuales,... el despegue de las escobas para jugar un partido en la escuela
de Hogwarts nos puede servir de símil. Y por aquello de la diferencia, y la ilusión, la escuela
cambia de sitio, cambia de lugar, pero sigue siendo la misma escuela “especial”. Pienso
que esa marca, ese sello guarda un símbolo oculto, que no es otro que la mirada de un
genuino “Pan”. Sus avispados ojos azules y su tremendo olfato para volar en una determinada
89