Page 168 - LibroDigital Reconocimiento - Florencio 2017
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Nazario Yuste Rossel
ejo constancia aquí de mi admiración por el doctor Vicente Castro, de los grandes
de la psicología española, mi amigo del alma. El destino quiso que un día, allá
Den 1981, Florencio y yo coincidiéramos examinándonos en las oposiciones a
profesores de psicología, para Escuelas de Magisterio. En el tribunal, que presidía Ibáñez
Martín, estaba Gonzalo Sampascual, luego buen amigo asimismo. Puedo hablar de coincidir
y de destino, pues Vicente y Yuste iban correlativos. Tuve la suerte de amistar con Florencio,
tras el primer ejercicio. En la encerrona del segundo, a él le tocó actuar a las nueve, y a mí a
las diez de un simpático día, en el que lucía un sol madrugador; pero yo era también suplente
suyo, y actuaría a las nueve, de fallar él. Nos citamos a las siete en el bar de enfrente de la
escuela. Parte del tribunal ocupaba una mesa en una esquina. Discretos, nos quedamos en
la barra, y allí me arrancó la promesa de que cuando él actuara, estaría yo dentro, para no
estar solo. Entré, y descubrí que su palabra, además de afectuosa, es simiente de sabiduría
y ciencia. Pensé cuando actúe yo, el tribunal pensará, cuanto ha aprendido éste, en el rato
que ha estado antes aquí. Pues Florencio lo sabía todo. Discretamente, sin hacer ruido, salí,
apabullado y admirado, antes de diez minutos. Desde entonces, mi amistad con Florencio,
siempre, ha ido in crescendo. Floro, un abrazo desde el fondo de mi alma.
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