Hoy, nuestro amigo, compañero y presidente de nuestra asociación, Florencio Vicente Castro, nos comparte con ilusión una narración «real» de la mañana de Navidad, publicada además en la Revista de la Asociación Belenista de Valladolid.
Esta preciosa narración nos sumerge a un hogar cálido y familiar, visto desde el punto de vista del abuelo y la creatividad e imaginación de la nieta desarrollada durante con la colocación del Belén en el jardín de su casa.
Así pues, la imaginación de la pequeña fue creando un hermoso Belén. Su entusiasmo y felicidad inventó un mundo feliz y esperanzado.
El amor y la ternura que desprende las palabras del abuelo nos demuestra la gran importancia de apreciar los sucesos más sencillos de la vida y de dejarnos cautivar por la imaginación e ilusión de una de las etapas más bonitas, la infancia.
El Belén, en el mundo infantil feliz de su nieta era un símbolo de familia, de alegría, de compartir. Los diálogos con su nieta, no invita a la reflexión para conocer nuestro mundo interior.
«Querida nieta, todas las maravillas que buscas están dentro de tu propio ser, porque, en el fondo, eres ese belén viviente que está cargado de significación y vida y tu has construido en el jardín.
«Querida nieta. Un Belén es ese mundo interior que tú tienes, tan cargado de fe, de ilusión y de esperanza. Un belén es esa vivencia de paz y de felicidad unida a toda la naturaleza y la humanidad. Es nuestro ángel dándonos paz»
Florencio Vicente Castro. Badajoz 25 de diciembre.
Desde la asociación de INFAD, os deseamos de corazón una feliz y cálida Navidad.